miércoles, 6 de junio de 2012

Crónicas de Jerusalén - Guy Delisle

Título original: Chroniques de Jérusalem
Traductora: María Serna Aguirre
Colección Sillón Orejero
Astiberri Ediciones 2011


¡Qué me gusta esta colección de Astiberri! Es de lo mejor que hay en el mercado. Harta ya que estoy de Márvel y DC, del manga y del anime, me he volcado en este tipo de historias que cada vez me gustan más.
Siempre hay que estar atentos a la sección de cómics de nuestra biblioteca, porque nos podemos encontrar estas maravillas.
Bueno, al lío. Esta es la primera obra que leo de este autor canadiense y francófono, Guy Delisle del que no sabía nada (últimamente ando muy desconectada del mundo del cómic). En esta novela el autor viaja con su familia (su pareja, Nadège, y sus dos hijos, Louis de 5 años y  Alice (aún más pequeña)) a Jerusalén. Nadège trabaja para la ONG Médicos sin fronteras y Guy la acompaña en sus destinos (al fin y al cabo un autor de cómics puede trabajar casi en cualquier sitio). Desde la primera noche en Jerusalén, en un piso que la ONG pone a disposición de sus trabajadores, Delisle nos va contando cosas que le ocurren durante su estancia de un año en la ciudad. No hace juicios ni da su opinión, simplemente cuenta las cosas como las vivió y como sucedieron, sin caer en excesos dramáticos. Que cada uno se haga su propia opinión del tema. Quien, como yo, solo tuviera vagas nociones de la situación en Israel, se va a quedar temblando (sobre todo de indignación) cuando lea lo que se cuece por allí. Aquí hay un auténtico ejemplo de víctimas convertidas en verdugos con el beneplácito del resto del mundo. 
Las escenas en el aeropuerto cada vez que tenía que entrar o salir del país (una de las veces a un festival de cómics al que le habían invitado en Noruega y Finlandia) eran para desesperarse. La palabra clave para ser sometido a un interrogatorio y un registro a fondo por el jefe de seguridad israelí era "Gaza" (donde su mujer trabajaba para MSF) y la obligada pregunta era "¿Ha conocido a algún palestino durante su estancia?". Menos mal que siempre contestó que no, si no no se cuánto tiempo más hubiera tenido que esperar para embarcar o en qué hubiera derivado el interrogatorio.
Resulta curioso ver al autor pasear por los lugares sagrados, esos que uno solo ha leído en la Biblia: el Monte de los Olivos, la tumba de Lázaro, etc... ¡Qué absurdas resultan las creencias de los demás comparadas con las nuestras! Bueno, a mi todas me parecen absurdas, sobre todo si crean estas situaciones y  hacen estas cosas con las personas. 
Os recomiendo que leáis esta novela porque merece la pena, yo por mi parte intentaré localizar el resto de la obra de este autor para poder seguir disfrutando de su visión de las cosas.

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