martes, 3 de abril de 2012

Saga Millenium - Stieg Larsson

Buenas tardes a todos, por fin he vuelto después de meses de inactividad virtual pero mucha actividad real. Hace unos días terminé, por fin, el último libro de la saga Millenium (inconclusa, según tengo entendido y lo que me parece a mí después de terminar de leerlos) de Stieg Larsson.
Saqué los libros de la biblioteca, se nota que ya todo el mundo se los ha leído y no hay esa demanda que debió haber en su momento, como atestiguan los tres ejemplares que tienen, como mínimo, de cada título, y seguí, fascinada, las aventuras de esa extraña heroína que es Lisbeth Salander. Además, Larsson te empapa de la sociedad sueca, sociedad totalmente extraña para mí, de la que tenía una vaga idea de un país super adelantado y repleto de rubios habitantes (y guapos, por lo menos ellas, ¿acaso no eran las suecas las que revolucinaban las playas españolas en las pelis de Alfredo Landa?). Bueno, gracias a Larsson mi visión (la poca que tenía) sobre Suecia ha cambiado radicalmente, aunque también tengo que reconocer que esta demolición de mi idea acerca del país la había comenzado John Ajvide Lindqvist en su estupendísimo libro Déjame entrar, del que también se han hecho ya dos versiones cinematográficas la sueca y, como no, la estadounidense.
El primer libro, Los hombres que no amaban a las mujeres (aunque por lo que he leído el título original en sueco es Los hombres que odian a las mujeres) nos presenta a los personajes principales de la saga, Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist que acaban coincidiendo al verse envueltos (cada uno por un motivo) en la resolución de una antigua desaparición que desembocará en el descubrimiento de una historia terrible a la que ya me están acostumbrando los escritores nórdicos. Y es que en el libro, por una cosa u otra, no falta ni un detalle: racismo, violaciones, torturas, machismo (quizá lo que más choca, como creo que ya he comentado antes, en un país tan supuestamente evolucionado), asesinatos, incesto y no se si se me olvida algo.
En fin, que el primer libro se puede leer de forma independiente, pero el segundo y el tercero son como dos partes de la misma historia, o mejor dicho, el 3º (La reina en el palacio de las corrientes) es la consecuencia de lo que ocurre en el 2º (La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina).
A mi me han encantado los tres, lo reconozco, me encanta Lisbeth y me encantan las mujeres fuertes que Larsson plasma: Erika Berger, Miriam Wu, Annika Giannini, Monica Figuerola, etc... y también me han gustado mucho las notas sobre los ejércitos de mujeres con los que empiezan las divisiones del 3º libro. Me he quedado leyendo hasta las tantas enganchadísima a la historia sobre el pasado de Salander y deseando saber como iba a acabar todo.
Lo único, por mí se podía haber ahorrado su opinión sobre Gibraltar, que yo no me meto en nada sueco (y lo único que controlo de Suecia es el Ikea). En fin, una pena que ya no vayamos a tener la suerte de leer otro de sus libros, estoy segura de que en algún momento, la hermana gemela de Salander, hubiera dado la cara.

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