sábado, 1 de enero de 2011

Mi abuela

Como alguno de los hechos afectan a personas vivas voy a cambiar los nombres para evitar malos entendidos.

Nace en 1922 en un pueblo de la provincia de Córdoba, hija de A. y F. Su padre había tenido varias mujeres, la primera (la oficial) con la que tuvo dos hijos en Francia, de su primer amante otros dos hijos en Valencia y de una segunda mujer nace mi abuela y su hermano. Con 3 años mi bisabuelo se lleva a mi abuela, engañando a su madre, desde su pueblo a otro en la provincia a Sevilla con una tercera mujer que la cría como su propia hija olvidando por completo tanto a su hermano como a su madre natural.

Con 14 años conoce a uno de sus hermanastros de Valencia que le pide que se vaya con él, con su otro hermano y con su padre para  cuidar de ellos, mientras éstos se encontraban escondidos de los partidarios del bando nacional en Córdoba capital.  Mi abuela se niega ya que no los recordaba ni conocía para nada y su única familia era con la que se ha criado. A esa edad comienza a trabajar como costurera ayudando con el dinero en casa y así sigue hasta que, en 1941, conoce a un hombre, mi abuelo, en el bar de unos "primos" suyos, es un caballero mutilado de ambos brazos del bando nacional, había nacido en 1919 y pertenecía a la que llamaron la "Quinta del Biberón", jóvenes que se incorporaron en la última etapa de la guerra y que había sido herido por una granada, perdiendo ambos brazos en el Frente Norte, convaleciente durante varios meses vagó de hospital en hospital hasta que volvió a su pueblo.

Se enamoran en contra de la opinión de su familia y se casan ese mismo año. Desde entonces y hasta los 30 su vida es muy difícil, la paga como herido de guerra no da para mantener a los 9 hijos que vendrán y tiene que hacer pequeños trabajos para salir adelante además de cuidar de su familia al completo. 

Con 44 años muere mi abuelo y se queda viuda al cargo de todos sus hijos, con una paga exigua, con esta situación manda a los más pequeños a estudiar a colegios de huérfanos de militares a Murcia y a Sevilla. El resto se dispersa trabajando, unos en Sevilla y otros en los pueblos cercanos. Lentamente sus hijos que son mayores se van casando y marchándose de casa, por último, en 1976, su hijo menor comienza a trabajar a Sevilla y se traslada con él ante la perspectiva de vivir sola.

Ya en el año 1977, uno de sus hijos consigue averiguar que el Estado debe a mi abuela una enorme cantidad de dinero en concepto de atrasos pues la paga de viudedad que le correspondía era mucha mayor, así con 55 años consigue algo de la paz y la tranquilidad que se le había negado toda su vida viviendo junto a su hijo menor hasta que fallece en 2004 con 82 años.

Esta es sintéticamente la vida de una persona que influyó sobre muchas otras. De su duro paso por este mundo aprendió a despreciar a los estamentos: ni Estado ni Iglesia y a querer a los suyos, eso también la hizo una enorme fuente de sabiduría pues había visto y vivido mucho. Yo recuerdo, siendo niño, el chocolate en su casa y los juegos que siempre nos regalaba por Reyes, su negrísimo sentido del humor (el cual he heredado), las historias que contaba de la guerra y las canciones que se sabía. Seguiré buscando pues mi madre me recordó que apunté muchas de sus canciones y anécdotas. 

Este es un pequeñísimo homenaje a su memoria pues se hubiera merecido en vida mucho más.

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