miércoles, 29 de diciembre de 2010

Recuperando la memoria perdida

Ha sido una jornada interesante de revisar recuerdos y álbumes de fotos, de recordar antiguas aficiones. Cuando era pequeño me surgió la inquietud de crear un árbol genealógico de mi familia, mi abuela paterna aún vivía y podía contar con pelos y señales recuerdos de sus vivencias durante la Guerra Civil y la terrible posguerra. Así que me he propuesto ir recuperando la memoria de mis familiares que fallecidos ya sólo viven en los recuerdos cada vez más difusos de los hijos y nietos que dejaron.
Como quiera que, aún siendo niño, tomé nota de todos aquellos parientes lejanos, bisabuelos y tatarabuelos además de las viejas canciones, comenzaré a excavar en las montañas de papeles para ir recuperándolas y exponiéndolas aquí. No se si los modificaré de una manera sutil para que nadie excepto mis parientes puedan reconocerse/reconocerlos o lo haré detalladamente, es algo por decidir.
Está claro que el hueco que dejan tus abuelos es algo imposible de llenar, son el último vínculo que nos queda con esa época de hambruna y lucha entre hermanos que apenas podemos ver en libros de texto. Esa Guerra Civil de la que tan poco nos han contado afectó a todos los españoles para bien o mal, en un bando u otro, algunos lucharon por convicciones profundas pero otros no tuvieron más remedio que luchar del lado que los reclutaba.
Hablaré de mi abuelo mutilado en la guerra luchando por el bando nacional y honrado por Millán Astray y de mi abuela republicana que recordaba las canciones de la marcha de la Columna Durruti a Zaragoza. Veamos cuan lejos llego. Por cierto, no tengo intención alguna de discutir de las razones de la Guerra ni de sus consecuencias en la actualidad, eso lo dejo a los historiadores, simplemente serán pedazos de vidas humildes o no pero que dejaron su huella en el mundo.




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