viernes, 9 de diciembre de 2011

Día D, Frank Einstein

¡Qué recuerdos al ver este dichoso vídeo! El primer examen en la facultad un sábado por la mañana con gente por todos lados, ¿cuántos eramos?, ¿200?, ¿300?, ¡y como caímos! Las listas de aprobados no han cambiado para nada a lo largo de estos años, la única diferencia es que antes éramos más. Recuerdo entretenernos contando los aprobados del total y hacer los tantos por ciento.
¿Por qué alguien en su sano juicio hace Física? Está claro que sólo puede ser por vocación, pero la realidad pedagógica de la facultad rápidamente te saca las ganas a golpes, profesores ineptos que no han avanzado nada en años, relaciones endémicas que han llevado a que las clases se den ahora por ¡transparencias!, probablemente el peor método que existe para enseñar ciencias, eso y un mono leyendo un discurso tiene el mismo efecto.
Uno de mis alumnos es un valiente que, a pesar de hacer un Bachillerato de Sociales, se ha atrevido con este monstruo de siete cabezas. La asignatura de Física General sólo ha cambiado a peor, peor enseñada, con los métodos matemáticos necesarios para su desarrollo un año más tarde y con unos experimentos obsoletos y pasados. ¿Qué aprenderán así los alumnos?, ¿quién querrá hacer Física en el futuro? Un nivel de exigencia absurdamente alto en comparación con el nivel de los profesores y un larguísimo etcétera. Por supuesto que siempre hay excepciones entre los profesores: Zamora y Casado fueron, para mi, los mejores.
Lo único bueno que saqué de allí fue la gente que conocí, los momentos vividos y las experiencias, lo demás no te preparaba para un mundo extraordinariamente cruel.

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