domingo, 6 de noviembre de 2011

El idioma de la pérfida Albión

Una de las asignaturas pendientes de nuestro país es el dichoso idioma, todos los sabemos, los españoles hablamos un inglés muy de andar por casa, muy cogido con pinzas, vamos que ni siquiera se puede decir que lo hablemos, pero lo peor es que no nos interesa demasiado.
¿Por qué? Tal vez nos creamos todavía el ombligo del mundo pero como hasta ahora la necesidad de salir fuera era prácticamente nula había menos urgencia en aprender idiomas. Ahora que las tornas han cambiado y que en buena parte de Europa los niños son bilingües al salir de instituto nos encontramos que nuestros jóvenes y nosotros mismos nos hemos quedado en la estación mientras el tren partía.
Pero, amig@s, nunca es tarde para ponerse manos a la obra, sobra decir que siempre tenemos los manidos recursos de los fascículos que tanto circulaban antaño aunque, para empezar, recomendaría esos fantásticos libros de texto que tienen los niños en el colegio y en el instituto. Para aquellos que quieran avanzar en el conocimiento del idioma ya recomendé en este post el Instituto de Idiomas y la Escuela de Idiomas, aparte tenemos decenas de centros de formación que tanto si estamos parados como trabajando nos ofrecen la oportunidad de reciclarnos, retomar los estudios o avanzar algo en la comprensión del idioma. Basta con navegar algo por internet, entrar en las páginas de los Servicios de Empleo, ir a vuestro distrito o mil cosas más.
Pero lo que más curte, con diferencia, es lanzarse a hablarlo. Puedes leer y escribir sin problemas, pero hablar de tú a tú es otra cosa. ¿Por qué hablo de ello? Pues porque después de un par de años de estar sin practicar el dichoso idioma tuve que hablar con mi profesora del curso correspondiente en el que me encuentro inmerso, una conversación de cinco minutos pero que me tuvo tenso toda la mañana, ¿y qué pasó?, pues nada. Las palabras surgieron, entre las dudas y un montón de "umm" y "ehhs" pero la cosa marchó e incluso nos reímos y me atreví a comentar lo divertido que me parecía la temática de los ejercicios.
Mucho mejor de lo creí en un principio pero solo el principio de un largo camino, aún me queda practicar mucho más para poder hablar vía Skype con un amigo que tenemos al otro lado del Atlántico.

Para terminar os recomiendo este artículo de una de las trabajadoras de Babbel, una empresa alemana que ofrece cursos online de idiomas que, sin haber probado ninguno, me tienen enganchado.

¡Ánimo a tod@s!

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