Título original: The Botox DiariesTraducción: Carme Camps
1ªedición: enero 2005
Vergara, 2005
J. Kaplan y L. Schnurnberger, 2004
Ya por la portada, nos damos cuenta de que nos encontramos ante un libro en la línea de Bridget Jones y Sexo en Nueva York. Literatura femenina en primera persona que nos cuenta en clave de humor las vicisitudes de la protagonista, normalmente una treintañera sin pareja pero con trabajo. Este libro va un paso adelante, ya que la protagonista está en otra franja de edad muy comercial: los cuarenta. Por lo demás funciona exactamente igual. La historia está narrada por la protagonista, Jessica Taylor, que tiene cuarenta, un divorcio de un apasionado francés a sus espaldas, y una hija adoptada que tiene ya 10 años. Trabaja para una organización benéfica y su mejor amiga es productora de televisión.
Vamos, que por ahí te puedes sentir muy identificada. Supongo que estas historias han de tener ese toque de glamour que queremos pensar que algún día alcanzaremos nosotras, así que la protagonista puede codearse gracias a su amiga, con presentadores y famosos doctores hollywoodienses, y gracias a su trabajo, con la élite de Nueva York, que es donde vive. Viajes en avión, desfiles de Lagerfeld, restaurantes de moda y Dior, Prada y Jimmy Choo. Desde luego no es la vida de cualquiera. Pero la protagonista es una mujer natural, que no se inyecta botox ni se gasta una fortuna en ropa (eso es para que te puedas identificar, supongo. Ella anda mal de dinero pero accede a este mundo de lujos a través de los personajes que la rodean). Y como siempre, al principio del libro está más sola que la una, y a lo largo del libro, le van saliendo diversos pretendientes e incluso regresa a su vida su exmarido francés (francés de cliché, de los que adoran a Jerry Lewis). Entre todos estos tipos, y las situaciones divertidas y vergonzosas para la protagonista, sólo en las últimas cinco páginas, se decide por el hombre que le interesa (una versión más madura de Mark Darcy de Helen Fielding, antagonismo previo y triste historia de traición incluidas).
A mi me ha recordado a Bridget Jones pero con más edad. No deja por eso de ser un libro entretenido y de fácil lectura, pero desde luego no es muy original.
Vamos, que por ahí te puedes sentir muy identificada. Supongo que estas historias han de tener ese toque de glamour que queremos pensar que algún día alcanzaremos nosotras, así que la protagonista puede codearse gracias a su amiga, con presentadores y famosos doctores hollywoodienses, y gracias a su trabajo, con la élite de Nueva York, que es donde vive. Viajes en avión, desfiles de Lagerfeld, restaurantes de moda y Dior, Prada y Jimmy Choo. Desde luego no es la vida de cualquiera. Pero la protagonista es una mujer natural, que no se inyecta botox ni se gasta una fortuna en ropa (eso es para que te puedas identificar, supongo. Ella anda mal de dinero pero accede a este mundo de lujos a través de los personajes que la rodean). Y como siempre, al principio del libro está más sola que la una, y a lo largo del libro, le van saliendo diversos pretendientes e incluso regresa a su vida su exmarido francés (francés de cliché, de los que adoran a Jerry Lewis). Entre todos estos tipos, y las situaciones divertidas y vergonzosas para la protagonista, sólo en las últimas cinco páginas, se decide por el hombre que le interesa (una versión más madura de Mark Darcy de Helen Fielding, antagonismo previo y triste historia de traición incluidas).
A mi me ha recordado a Bridget Jones pero con más edad. No deja por eso de ser un libro entretenido y de fácil lectura, pero desde luego no es muy original.
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